FICHA DEL PRIMER ENCUENTRO

Hola!!! Cómo andan???, nos alegra que anden fenómeno y de que tengan muchas ganas de trabajar porque tenemos una propuesta interesante:

Estas son algunas de las cosas que vamos a hacer si les gusta y tienen ganas:
 Formar un grupo de jóvenes para cultivar la formación personal promoviendo virtudes humanas como la alegría, la responsabilidad, la libertad y el respeto mutuo.
 Lograr transmitir estos valores a la comunidad, concretamente a nuestras familias y amigos.
 Despertar en ustedes el interés por los más pequeños reactivando las actividades del Oratorio.

Entendemos por Oratorio...
1. Una experiencia original de vida inspirada por Dios a Don Bosco, realizada con niños, adolescentes y jóvenes.
2. Realizada en un lugar físico estable que favorece un ambiente de familia abierto a todos.
3. Donde particularmente los jóvenes se sientan protagonistas, con espontáneos y variados grados de pertenencia y participación.
4. Y donde claros y sólidos estímulos educativos para desarrollarse humana y cristianamente.
5. Como quería Don Bosco, en casa que acoge, parroquia que evangeliza, escuela que encamina hacia la vida y patio donde encontrarse con amigos y vivir en alegría.
Como todavía no nos hemos hecho ricos y no tenemos dinero para hacerles un regalo demostrándoles la alegría de que hallan participado en este primer encuentro... se nos ocurrió regalarles este cuentito... ojo no es un cuento cualquiera, es un cuento especial, elegido entre muchos otros cuentos. Lo que te pedimos es que lo leas con atención, no es necesario que lo hagas hoy, tampoco es necesario que lo hagas solo, podes hacerlo con algún amigo o se lo podes leer a tu mamá.
...dale animate, es un cuento cortito

“El Zorro Mutilado”

Un hombre que pasaba por el bosque vio un zorro que había perdido sus patas, por lo que el hombre se preguntaba cómo podría sobrevivir. Entonces vio llegar a un tigre que llevaba una presa en su boca. El tigre ya se había hartado y dejo el resto de la carne para el zorro.
Al día siguiente, Dios volvió a alimentar al zorro por medio del mismo tigre. El hombre comenzó a maravillarse de la inmensa bondad de Dios y se dijo a sí mismo “voy también yo a quedarme en un rincón, confiando plenamente en el señor y éste me dará cuanto necesito”
Así lo hizo durante muchos días, pero no sucedía nada y el pobre hombre estaba casi a las puertas de la muerte, cuando oyó una Vos que le decía “¡oh tú, que te hallas en la senda del error, abre tus ojos a la verdad, sigue el ejemplo del tigre y deja ya de imitar al pobre zorro mutilado”

Los dos cuentos... este que les regalamos recién y el que compartimos todos juntos apuntan a la misma realidad: la tendencia que tenemos todos hacia la comodidad, a buscar más el ser servido que el servir, a refugiarse en lo fácil, a no emprender caminos que no se conocen o que no sabemos muy bien dónde conducen; en definitiva; una tendencia a no crecer y a no madurar.

Cuento para trabajar en el primer encuentro...

El príncipe y la estufa

Me acababa de levantar, cuando lo vi a través de los cristales empañados de mi ventana. Yo, a pesar de tanto abrigo, tiritaba de aburrimiento. El no estaba solo. Venía al frente de su pequeño ejército de amigos voluntarios. Nunca había contemplado a un caudillo más joven y recio que él.
Mis ojos, cansados de soñar sin dormir, se esforzaban para no dar crédito de ésta visión heroica tan opuesta a mi vida. Temblé de rabia cobarde cuando noté que él me miraba.
Con voz fuerte, mientras su mirada amablemente se mantenía hacia mí, me preguntó:
- ¿te vienes conmigo?
Como si no lo hubiera oído, casi disimulando, prefería algo así como:
- ¿eeeh... quéee?
Su recia vos se oyó de nuevo
- ¿qué si te vienes de voluntario conmigo?
Tartamudeando, débilmente respondí:
- no, no puedo... es que estoy aquí atado... si, verás, atado voluntariamente al suave y lindo calorcito de mi estufa.
Mientras yo bostezaba, su voz –la voz de él- resonó majestuosa, con la nobleza amplia de las cascadas eternas: ¡¡en marcha!!. Sus soldados, decididos y voluntarios, caminaron tras él sobre la blancura ideal de la nieve pura. Y sus huellas –las de él-, y las de ellos, quedaron impresas profundamente, marcando un camino recto y nuevo hacia el sol.
Pero yo...yo, no. He preferido quedarme aquí detrás de los cristales empañados, atado suave, cómodamente, al calorcito cercano de mi estufa privada.

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Primer encuentro "Decidirse y Comprometerse" - Del Valle 23 de febrero de 2008