martes, 29 de abril de 2008
Gracias Iara y Came por la buena onda... Es muy bonito esto que mandaron!!!!
Volver a Don Bosco...
...es vencer la vergûenza de ser distinto y detenerse cuando hay un chico solo, sentado en la calle con la mirada perdida, que no tiene a quien mirar, que no tiene quien lo mire.
...es verlo bonito, verle el potencial, verlo santo, es que nos den ganas de cuidarlo para que crezca sanito y fuerte, erguido y robusto, como una plantita fragil que se convierte en arbol.
...es quererlo libre, quererlo feliz, mas alla de nuestros planes e instituciones, mas alla de lo que podamos ofrecerle, mas alla que sea, o no, un espejo en quien me guste mirarme.
...es disfrutar de la virginidad de su mirada, es cuestionarme su tristeza y querer sacarsela suavecito, con juegos y canciones.
...es sentarme a su lado, a ver que dice, a ver que piensa, que sueña, que quiere, que busca, que tiene, que podemos hacer juntos...es dejarle que me alegre la vida, que me llene de imprevistos, de esfuerzos, de emociones, que me diga cosas tontas y locas, que me muestre como soy (con sus acerca-lejamientos), que me preocupe, que me duela, me enoje, me saque de mi desapasionamiento en individualismos, que me devuelava la espontaneidad y la frescura de quien confia en que nada malo pueda pasar, porque sabe que esta siendo cuidado.
...es ver el mundo otra vez, desde sus ojos, parada en sus zapatos, y ser tan amiga-madre-hermana cuanto y como el necesite.
...es pedirle a Dios que lo bendiga, que lo cuide, lo salve, lo guarde y lo libre con su infinito amor que sana, y agradecerle la fuerza para poder ser su canal, su inmediato instrumento.
...es entusiasmarme, ofrecerme, descentrarme, entregarme, trascenderme
... y es quererlo, educarlo, cuidarlo, amarlo y ayudarlo a crecer.
martes, 15 de abril de 2008
Prepararnos para amar...
Hola chicos!!! Como les va? Bueno aunque no nos vean, estamos ahí con ustedes, intentando que no se apague la llamita que encendimos juntos. Si les parece les proponemos que lean un cuentito… si estarán pensando: “ufa más para leer” pero ánimo que es cortito y muy bonito, y además sabemos que a ustedes les gustan los cuentos.
- Mateo 25 31-46: …entonces el rey dirá a los que tenga a su derecha: “vengan, benditos de mi Padre, y reciban en herencia el Reino que les fue preparados desde el comienzo del mundo, porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; estaba de paso, y me alojaron; desnudo, y me vistieron; enferme, y me visitaron; preso, y me vinieron a ver”. Los justos le responderán: “Señor, ¿Cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer; sediento y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos de paso, y te alojamos; desnudo, y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o preso y fuimos a verte?”. Y el Rey les responderá “les aseguro que cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, lo hicieron conmigo”.
Ahora bien… como le decíamos sabemos que no es una tarea fácil, uno no anda siempre por la vida pensando en los demás, a veces estamos tan sumergidos en nuestro propio mundo que se nos olvida que es lo que pasa a nuestro alrededor. De todas formas, esto de ponerse al servicio de los demás, dicen por ahí que es una experiencia que llena de felicidad el corazón de quien lo hace ¿les parece que probemos?. Para esto unos amigos nos pasaron una receta que solo requiere de un ingrediente: AMOR… uhh que palabra!!!
Si sí una gran palabrota, quién no la conoce? Quién no la ha usado?, nos atreveríamos a decir que en ocasiones esta un tanto desgastado o vacía de contenido, entonces nuestra propuesta es PREPARARNOS PARA AMAR...
Chicos no siempre en nuestro camino las cosas son sencillas, a veces puede suceder que ciertas cosas nos provoquen bronca, llanto, enojo, ganas de no perdonar; sin embargo si estamos preparados para amar, estos sentimientos aparecerán menos en nuestro corazón y si en algún momento aparecen pronto se podrán dejar de lado. Por eso pidamos a Jesús que nos ayude a preparar nuestro corazón para poder amar en cada situación y, si nos damos un tropezón, que nos de la capacidad de modificar nuestras actitudes.
El que ama tiene paciencia en todo y siempre es amable.
El que ama no es envidioso ni se cree más que nadie.
No es orgulloso.
No es grosero, ni egoísta.
No se molesta por pequeñeces, ni guarda rencor en su corazón
El que ama es capaz de soportar todo por amor, de creer en la persona amada y tener esperanza.
Con amor Pablo, el apóstol de Cristo
…mmm nos parece que se nos fue la mano ¿están ahí todavía leyendo? Esperamos no haber perdido a ninguno en el camino che… son solo tres hojitas. Bueno si llegaron hasta acá seguro entendieron que para ponerse al servicio de los demás hay que amar y que para amar hay que estar preparados… ahora les proponemos que nos pongamos a trabajar… jeje que nos pongamos a amar: ¡MANOS A LA OBRA!!
La propuesta concreta es que piensen solos o de a dos o tres, acciones que reflejen nuestro compromiso de servicio con personas que no son de nuestro entorno cercano, ¿se acuerdan que les dijimos que nos habían contado que esto llenaba de felicidad el corazón de quien lo hacia?, probemos si es cierto ¿quieren?. (Se les mando a los chicos algunas propuestas como ejemplos) Acá nos despedimos… respiren jeje. Si somos capaces de hacer algunas de estas cosas entonces tal vez estaremos preparados para asumir el compromiso de reavivar nuestro querido ORATORIO.“Decidirse por alguna de estas cosas y comprometerse a hacerlas con amor”
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Cuarto Encuentro -Del Valle - 13 de abril de 2008
domingo, 13 de abril de 2008
Encuentro 13 de Abril
POSIBLES TEMAS: amor, felicidad, generosidad, sacrificio.
Era un matrimonio pobre. Ella hilaba a la puerta de su choza pensando en su marido. Todo el que pasaba se quedaba prendado de la belleza de su cabello negro, largo como hebras brillantes salidas de su rueca. El iba cada día al mercado con algunas frutas. A la sombra de un árbol, se sentaba a esperar, sujetando entre los dientes su pipa vacía. No llegaba el dinero para comprar un pellizco de tabaco.
Se acercaba el día del aniversario de la boda y ella no cesaba de preguntarse qué podría regalar a su marido. Y, además, ¿con qué dinero? Una idea cruzó su mente. Sintió un escalofrío al pensarlo, pero, al decidirse, todo su cuerpo se estremeció de gozo; vendería su pelo para comprarle tabaco.
Ya imaginaba a su hombre en la plaza, sentado ante sus frutas, dando largas bocanadas a su pipa: aromas de incienso y de jazmín darían al dueño del puestecillo la solemnidad y prestigio de un verdadero comerciante.
Sólo obtuvo por su pelo unas cuantas monedas, pero eligió con cuidado el más fino estuche de tabaco. El perfume de las hojas arrugadas compensaba largamente el sacrificio de su pelo.
Al llegar la tarde, regresó el marido. Venía cantando por el camino. Traía en su mano un pequeño envoltorio: eran unos peines para su mujer, que acababa de comprar tras vender su vieja pipa... Abrazados, rieron hasta el amanecer.